TÉCNICOS

Sistemas DSLR, Cámaras y Objetivos cada día más entrelazados.
 

 

Con este título se puede resumir la esencia de este pequeño artículo el cual ampliará de forma permanente algunos apartados de los métodos que se utilizan en cada parte de las  pruebas.

A la hora de ver el análisis de un objetivo, si no se conocen, es muy importante saber el método que se utiliza en cada apartado. Una valoración resumida o promediada hay que ponerla pero hay que recordar que es parte de una media de resultados. Es muy importante ver los resultados obtenidos en cada apartado ya que cada uno puede ponderar uno más que otro.


Antecedentes, precedentes y reflexión.-
 

En Junio de 2.006, junto con el anuncio del Sistema M8, Leica Camera AG comunicaba en su website un determinado número de nuevos objetivos de la serie M.

Uno de los aspectos más novedosos de estos objetivos fue la codificación óptica en la base de la bayoneta. Esta codificación constituía su D.N.I., ya que estas ópticas no llevan CPU integrada en el objetivo. Mediante esta codificación la máquina reconocía el objetivo con el que estaba trabajando y entre otras o cosas podía realizar las siguientes correcciones:
- ajuste fino o personalizado por su focal de las líneas de encuadre en el visor.
- corrección de viñeteo en el procesado del .RAW ó en el .jpg directo.
- corrección de perfiles producidos por aberraciones cromáticas laterales (fringes).

Leica fue el primer fabricante en dar a conocer oficialmente esta interacción entre la máquina y las ópticas.

Por aquel entonces se oyeron y publicaron comentarios para todos los gustos. Lo que no sabíamos entonces muchos mortales era que en el segmento de máquinas de objetivos intercambiables reflex (DSLRs) esta acción de Leica sería seguida en breve por otros fabricantes y que otros sin comunicarlo ya la estaban realizando.

Que en el segmento de las cámaras compactas estos arreglos ya se hacían y se hacen no era ni es ningún secreto. Máquinas con ópticas fijas, de un sector de consumo masivo, con costes de producción muy aquilatados no iban a estar inmunes a esta “cirugía estética”.

A modo de reflexión, si miramos nuestro entorno y nos fijamos en los productos más habituales que usamos, este cambio se ha realizado en otros sectores hace muchos años y este sector que a día de hoy está en una fase muy activa de maduración no iba a ser menos. Muchos productos se fabrican con materiales tecnológicamente mejores que antaño pero también menos estándares o sea más dependientes de ese modelo y/o fte.,  más frágiles, con mucha más electrónica y sobre todo más fungibles. Ordenadores, automóviles, teléfonos móviles, electrodomésticos, etc…

El concepto de “corrección” de archivos en cámara de estas deficiencias ópticas puede generar tanto adeptos como detractores ya que su realización persigue varios fines:

- Aquilatar su coste.
Esta muy claro que es más económico invertir en un programa que arregle determinados problemas ópticos que fabricar mejores ópticas que no tengan ese problema. En el programa se invierte una vez, se va perfeccionando mes tras mes y además tiene un "know how" propio, se instala en centenares de miles de cámaras, corrige millones de ópticas y se puede actualizar en casa en cinco minutos. El mayor coste de una buena óptica es necesario una a una  y se va en cada una de ellas. Con un coste óptico y constructivo inferior se pueden obtener mejores resultados y el producto puede apreciarse más.

- Personalización.

Está claro de que si una óptica produce unos determinados defectos en la imagen, el que mejor lo sabe es el fabricante. Con estas correcciones personalizadas, realizadas en el mismo procesado del .RAW, los resultados van a ser mejores que si realizan después en un .jpg o en un .RAW con un programa generalista. Además de ser mejores, el tiempo que ahorra al usuario a posteriori es inestimable.

- Beneficios.
También está claro que si estos “pecadillos” ópticos son veniales, habrá un número más elevado de usuarios que podrán acceder a estos objetivos ya que su PVP será inferior a otro que esté fabricado con un mayor coste industrial.

Sobre este particular habrá detractores que preferirán tener una óptica cualitativamente superior con el precio que corresponda y otros que se ceñirán a los resultados y no se preocuparan tanto en estos aspectos.

También es lógico que en un zoom económico con esta particularidad seremos más transigentes y hasta agradecidos pero que con un objetivo de gama superior nos cambie el “chip”.  Con un objetivo de gama alta se piensa en una amortización más larga, una menor depreciación y un uso con muchos cuerpos a lo largo de su vida. Que en los cuerpos futuros o alternativos actuales tenga la misma calidad de resultados es un argumento que a más de uno le podrá intranquilizar.


 
                                                 
                  CORRECCIONES EN CÁMARA


Viñeteo.-
Sin lugar a dudas el viñeteo es la primera corrección en cámara que surgió en la Leica M8, posteriormente en la Nikon D300, D3, D700 y ahora la nueva Canon 50D y supongo que las sucesivas.

En la mayoría de objetivos y zooms de reciente factura se ha abusado en los dos extremos focales de viñeteo. En la zona más angular por ser más lógico y en la zona de más tele como medida de favorecer un contraste superior para compensar la lógica bajada de resolución.

De todos los arreglos ópticos el viñeteo es el que tiene una mejor terapia con unos resultados buenos y unos efectos “colaterales” inapreciables, el peaje es pagar un mayor índice de ruido en la zona levantada.

El trabajo que realiza la cámara es la reducción de saturación y aumento de brillo exactamente en el píxel donde lo necesita y en su justa medida. No se trata de clonar píxeles adyacentes si no de recuperar el brillo y saturación que tendría si el zoom no viñeteará.

El como lo realiza además es muy sencillo. En el firmware de la máquina existen un gran número de mapas con una extensa gama de focales/diafragmas que contienen las coordenadas de los píxeles exactos donde hay que ajustar el archivo que se va a procesar. Este mapa es fácil de obtener en un laboratorio previamente y no variará nunca a no se que se utilice un tele convertidor. Es un proceso ópticamente sencillo, con un tratamiento personalizado por focal/diafragma, con unos resultados óptimos en el que solo se necesita un procesador potente para no reducir la cadencia de la ráfaga o alargar el de grabado.

Evidentemente el objetivo que se usa  tiene que estar  registrado el firmware de la máquina por lo que los nuevos objetivos que se comercialicen posteriormente a la cámara deberán de incluirse en futuras actualizaciones de firmware de la misma. Esto son suposiciones mías, claro.

Es de suponer que los que no llevan CPU no podrán disfrutar de esta prestación. La incógnita surge también con los objetivos que no son del sistema, o sea productos alternativos de otros fabricantes… este es un interrogante que habrá que comprobar en su día.
 

Aberraciones cromáticas.-
Corregir las aberraciones cromáticas por software en el amplio sentido de la palabra por ahora no es posible y dudo que lo sea en un futuro. Lo que se corrige con estos programas son los halos o “fringes” en anglosajón. Esos perfiles azules, magenta o verdes con distintas saturaciones y magnitudes visibles en bordes con contrastes altos. Estos “fringes” no dejan de ser una evidencia muy visible en una pequeña zona  de un problema que afecta en idéntica magnitud a todo el perímetro de la fotografía provocando una pérdida de nitidez muy importante, ver artículo sobre ese tema
Æ

Una corrección en cámara siempre es bienvenida ya que nos ahorrara de editar el .RAW para esta particularidad y corregirlo con mayor o menor éxito. Aquí podéis ver un ejemplo de ello Nikkor AF-S 16-85/3.5-4.5 DX VR.
Æ Corregirá el halo a costa de perder un poco de nitidez en la zona pero dejaremos de verlo.
 

Distorsión geométrica.-
Es otra deficiencia óptica sensible de corregir en máquina. Al igual que el viñeteo los datos y el perfil completo de distorsión pueden estar almacenados en el firmware de la máquina.

Este apartado es más complejo que el de viñeteo por dos motivos. El primero es la gran cantidad de píxeles que hay que desplazar y restablecer en su posición por otros interpolados. Ya sabemos que en este tipo de interpolaciones los micro-contrastes originales que nos proporcionan una nitidez correcta bajan de forma apreciable.

En segundo lugar la variables que se puede tener aquí son superiores ya que no solamente influye la focal empleada sino también la distancia de enfoque
Æ
y el tipo de distorsión : regular, con inversión final (bigote) con reinversión, etc.. No es nada que no se pueda programar pero las variables a almacenar serán muchísimas más. En este apartado soy un poco escéptico con la calidad resultante.


Moiré.-
Sin ser un problema óptico también en un defecto en la fotografía que se arreglará con mejor o peor suerte por soft. Leica en su modelo M8 ya lo hace desde su lanzamiento.
 



                                                     
                          CONCLUSIÓN


En virtud a los cambios que se nos avecinan, según lo expuesto, habrá que leer muy bien en la prueba de cada objetivo con que cámara que se ha probado y los ajustes de la misma, si son configurables.

Al mismo tiempo, a partir de ahora, habrá que elaborar una guía de productos que tengan algunas de estas compatibilidades. O sea binomios de sistemas que tengan la posibilidad de realizar estas correcciones.

Las prestaciones/resultados del mismo objetivo en distintos cuerpos de la misma marca y montura, aún con idéntica resolución, cada vez van a estar más ligados o supeditados a estas posibles correcciones máquina/objetivo.


Publicado: 11 de Septiembre de 2.008
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