Desde
el cese de la fabricación del zoom estándar AF-S 28-70/2.8 D, aún sin
existir una cámara de formato FX como la D3 los usuarios de Nikon
necesitaban un zoom de estas características.
Había un hueco importante en este rango
focal y con este zoom se ha cubierto.
El uso de este zoom, aunque se haya iniciado su comercialización con al Nikon D3 y
parezca dedicado a ella, se extenderá también de forma muy importante al segmento
APSc o DX. Esos 24 mm. de angular x 1.5 dan mucho juego.
Su diseño funcional es el típico de elemento telescópico externo de doble recorrido
inverso, es decir con la focal angular en la zona más extendida, zona media
más retraída y máximo tele otra vez extendido. En este caso los 24 mm. salen
un tanto en exceso, mientras que los 70 mm. apenas sobresalen 1 cm.
Nikon incorpora en este producto nuevos revestimientos en el elemento
frontal a base de la inducción de nanocristales que, según el fabricante,
además mantener un óptima protección contra reflejos internos permite una
mayor transmisión de luz.
En cuanto volumen y peso de este zoom, recordando a quien releva y a productos
similares de otros fabricantes sorprende por su volumen extremadamente
contenido, su diseño muy estilizado y su relativo bajo peso.
La distribución de los anillos en el barrilete no depara sorpresas ni
tampoco su
ergonomía, manejo y suavidad de accionamiento tanto del anillo del zoom como
del MF.
El parasol tiene el clásico diseño de Nikon en forma de pétalos con dos
planos en su contorno y va sujeto al chasis. Sus dimensiones son también
bastante reducidas teniendo en cuenta a lo que nos tenía acostumbrados el
fabricante nipón en anteriores zooms de 35 mm.
Aquí lo
podéis ver con posibilidad de ampliarlo tamaño real en un monitor con resolución ajustada a 1.024 px.
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