Castillo de Claramunt
La Pobla de Claramunt (Barcelona)

 
25-9-2.013

Descripción breve.-
Las evidencias más antiguas halladas hasta la fecha establecen la existencia de esta fortaleza ya en el año 978. Al no haber constancia de planos es de suponer que la construcción de los primeros recintos se hiciera cómo mínimo 25 años antes.

La fortaleza se podría clasificar de semi-roquera ya que aprovecha muchas zonas de roca como estructura constructiva al tiempo que afianza en gran medida lienzos y cubos en la misma. Está construido con piedra similar al travertino de color ocre, porosa y fácil de tallar en su mayoría aunque en toda la montaña hay grandes betas de rocas de fusión.
 

 

 
 
 
 

 

 

 
 
 
 
     
 

 
 
 
 
     

Lienzos, cubos y otras dependencias están construidos a base de cantos amalgamados con cemento. En las paredes más nobles (Iglesia, Sala Principal, etc..) vemos el exterior rematado con sillarejos bien tallados. La Torre del Homenaje ,de planta octogonal, la podemos ver rebozada de cemento en los planos. El acabado parece ser de restauración más que original.
 

 

 
 
 
 
     


Subida al Castillo.-
Me dispongo a subir desde la carretera principal que cruza el pueblo. El inicio de la subida se encuentra prácticamente a la salida del mismo, está señalado por un cartel verde.

El piso del camino está hormigonado y, dada la anchura del mismo, es preferible subir andando. Si se prefiere, los primeros +/- 500 m. se pueden hacer en coche con el riesgo de que si encontramos otro bajando el cruce es muy justo.

Llegamos al límite autorizado de circulación y debemos aparcar el vehículo en una pequeña área entre pinares. A partir de aquí, para ascender lo que queda de los 461 m. de altura nos espera un camino con rampas del orden del 15 al 20% de desnivel. El suelo está muy bien acabado, es amplio pero el desnivel no hay quien lo suavice.
 

 

 
 
 
 
     

De forma esporádica salen a la luz, en este caso por la construcción del camino, enormes conjuntos rocosos. Roca viva, zonas de tierra arcillosa y cantos conforman todo el terreno que iremos viendo.

El recinto amurallado tiene unas dimensiones importantes (5.404 m2.) con una distribución constructiva coherente, es decir poco anárquica. Ya sea por el tipo de recintos internos, tamaños y anexos  el conjunto fue diseñado y destinado a un uso principalmente militar. Lo podemos encontrar catalogado como Castillo de Estilo Románico aunque solo encontraremos detalles de este estilo de construcción en arcos y bóvedas.
 

 

 
 
 
 
     

Las pocas entradas de luz que nos encontramos son tan escuetas que más que ventanas son aspilleras o troneras. No obedecen a cánones arquitectónicos sino a argumentos puramente militares.

Este tipo de castillos denominados de frontera se fueron edificando a lo largo de las cuencas de ríos y desfiladeros como retén militar para intentar frenar las continuas incursiones árabes. Los terrenos recuperados en la llamada “Reconquista” se iban consolidando de esta forma.
 

 

 
 
 
 
     

Llegamos a la puerta Oeste, que es la habilitada para la entrada de visitas, allí nos recibirá el guía municipal.
 

 

 
 
 
 
     

Entramos y a mano derecha nos encontramos con un elemento del más puro estilo Románico-Lombardo: las ruinas de la Iglesia de Santa Maria de Claramunt. Por desgracia hoy en día solo se conservan los tres ábsides, parte de los muros laterales y el marco inferior de la entrada. No ha sobrevivido ninguna columna, capitel ni ningún otro elemento arquitectónico.
 

 

 
 
 
 
     

Muros, escalones y planta conviven entre las grandes rocas que hay en el suelo. Rocas que son aprovechadas como parte del muro o o como escaleras, no hay que olvidar que estamos ante un castillo semi-roquero.

Después de la destrucción de la Iglesia y sobre el muro orientación Oeste se edificó un nuevo lienzo para crear una ermita, la de Sta. Margarida. Es de suponer que esta nueva construcción más reducida obedeció únicamente a los recursos de aquellos días.
 

 

 
 
 
 
     

Dejo la Ermita para dirigirme a la estancia principal, un recinto de planta rectangular rematado en las esquinas por dos grandes cubos. Esta nave de hecho alberga la Sala Grande y la Sala Pequeña, en esta última podréis ver un audio-visual de la historia y actualidad del Castillo.

En el recibidor podréis ver un plano de la planta y distribución de las murallas, estancias y torre del homenaje que, como notaréis obedecen a criterios militares más que a cánones de estilo o herencias de elementos anteriores como podría ser una antigua atalaya.
 

 

 
 
 
 
     

No tengo información sobre este tema pero la visión del conjunto me indica que el castillo fue diseñado y construido en su conjunto a partir de una necesidad y de pocos o ningún elemento anterior.

Llegados aquí podemos visitar la planta y terrazas de esta zona que es la parte más restaurada e importante a nivel de estancias.

Salimos a un patio a nivel del suelo y en frente vemos una escalera metálica para subir a la terraza. A su derecha la puerta de entrada al interior de un cubo que hizo las veces de prisión. Si entramos nos haremos una idea de cómo vivirían los presos en aquellos tiempos en aquel espacio. A la izquierda (no se ve) se encuentra la entrada a la Sala Grande, el espacio cubierto más amplio del Castillo. La sala está muy bien conservada y/o restaurada pero tan vacía que solo fijé la vista en la bóveda.
 

 

 
 
 
 
     
 

 
 
 
 
     

Subo la escalera y me encuentro en una gran terraza, la parte más alta visitable del Castillo. La terraza tiene forma de “L” y está remata en cada esquina por un cubo defensivo y en la esquina Norte por la Torre del Homenaje, una torre que a diferencia de las que podemos encontrar en Castillos más residenciales es muy sobria y angosta.
 

 

 
 
 
 
     

La Torre del Homenaje, de forma genérica, era el último reducto defensivo de un castillo y a la postre el sitio donde los caballeros  y vasallos rendían juramento al “Señor feudal”. En este caso la torre tiene 17 metros de altura hasta el suelo aunque, según la info. que dispongo,  parece ser que se proyectó hasta los veinticinco. Es muy angosta, de planta octogonal y ligeramente cónica en su desarrollo, no parece que fuera a albergar en un futuro “caballero” defensivo. Las paredes tiene un grosos de 2,5 m. y su interior es cuadrado.
 

 

 
 
 
 
     

Desde esta terraza y en dirección Sur tenemos una panorámica excelente de parte de los dominios y control del Castillo. Detrás de la sierra que vemos en primer plano se divisa el macizo de Montserrat.
 

 

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